Una de las principales ventajas de las puertas de PVC es el bajo mantenimiento que requieren, en comparación con las puertas confeccionadas en madera. Las puertas de PVC no necesitan pintura, tan solo ser limpiadas de vez en cuando. Además, por dentro están rellenas de un tipo de espuma gruesa que conserva la temperatura y actúa como un aislante térmico perfecto.